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Cuidado dónde pisas, vas a matar al caracol 🐌

  • Iván PortilloIván Portillo
  • 3 de julio de 2025

Lo que una mañana de running me recordó sobre el foco y las distracciones

———

Hoy tocaba madrugón.

Subida a producción a primera hora y yo, como buen dev inquieto, necesitaba estirar las piernas antes de sentarme ante la pantalla.

Salí a correr con esa brisa fresca que deja la tormenta de la noche anterior.

El plan era sencillo: escapar del asfalto y disfrutar del campo. 🌾

Todo iba sobre ruedas—mejor dicho, sobre zapatillas—hasta que escuché un «crash» seco bajo mi pie.

—¿Qué ha sido eso?

Miré al suelo y allí estaba: la cáscara rota de un caracol que se confundía con el camino.

No soy fan de los caracoles, pero tampoco quería convertirme en su Godzilla personal.

Así que bajé la mirada, ajusté el foco y comencé a esquivar conchas como si fuese un minijuego improvisado.

Durante unos metros solo vi tierra y caracoles.

Ni paisaje, ni amanecer, ni stories dignas de Instagram.

Pero, poco a poco, mi mente se acostumbró: pies firmes, ojos en modo radar y, de fondo, el canto de los pájaros.

Cuando ya tenía el ritmo, levanté la vista.

El cielo explotaba en colores y el aire olía a césped mojado.

Había recuperado la escena sin acumular más bajas en mi marcador.

———

La metáfora es sencilla, pero se nos olvida cada día.

Las distracciones son esos caracoles que pueblan nuestro camino.

Parecen inofensivos, hasta que te sacan de ruta.

Preferimos el scroll infinito o la notificación brillante a la tarea que importa. Sabemos lo que hay que hacer, pero la mirada se nos va.

Sin foco, aplastamos objetivos sin darnos cuenta. Con foco, avanzamos, esquivamos y aun así disfrutamos del paisaje.

👉 La clave no es elegir entre productividad o placer, sino entrenar la atención para tener ambas cosas.

“La atención es la forma más rara y pura de generosidad.” — Simone Weil

Pon la mirada en el suelo cuando toque, pero no olvides alzarla para recordar por qué corres.

PD: ningún caracol resultó herido después del primero. Y si el afectado me escucha… lo siento, compañero. 🙏

———

P.D.1. Si te ha gustado esta reflexión, escribo una diaria, y lo mejor, la tienes aquí.

P.D.2. Y si este post te removió algo, comparte. Al hacerlo, más gente se beneficia, yo entre ellas 😉.

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